Laura estaba emocionada. Desde hace meses veía videos de sublimación en TikTok y soñaba con personalizar sus propias tazas y camisetas. Quería montar un negocio desde casa y ya tenía una lista de ideas increíbles para vender.
Una noche, navegando en internet, vio una oferta irresistible: una impresora de inyección de tinta a mitad de precio. Sin pensarlo dos veces, la compró. Al día siguiente, salió corriendo a buscar papel de sublimación y tintas baratas.
💸 Gastó su dinero. Se llenó de ilusiones. Pero algo salió mal.
Cuando imprimió su primer diseño y lo transfirió a una taza, el resultado fue un desastre: los colores se veían apagados, la tinta no se fijó bien y el diseño se desvaneció después del primer lavado.
Frustrada, Laura se preguntó: "¿Por qué mi impresora no sirve para sublimación?"
Si tú también estás iniciando en este mundo y no quieres cometer el mismo error, aquí te enseñaré cómo saber si tu impresora es apta para sublimación antes de gastar dinero innecesario.
El problema de Laura fue simple: compró una impresora de inyección de tinta normal, sin saber que la sublimación requiere un equipo especial o al menos adaptable.
👉 Las impresoras convencionales usan tinta a base de agua, mientras que la sublimación necesita tintas de sublimación que funcionan con calor para transferirse a los materiales.
Si usas una impresora incorrecta, las tintas no se adhieren bien, los colores no quedan vibrantes y, en muchos casos, la tinta ni siquiera se transfiere al producto.
🔴 Regla de oro: Si una impresora no es compatible con tinta de sublimación, NO servirá, sin importar qué papel uses o cuántos tutoriales veas en YouTube.
Antes de comprar una impresora, revisa estos tres puntos clave:
Las impresoras láser usan tóner en polvo y no funcionan con tintas de sublimación. Siempre busca impresoras de inyección de tinta.
Algunas marcas tienen modelos específicos para sublimación, como Sawgrass, pero también hay impresoras Epson que pueden convertirse.
Ejemplo de impresoras aptas para sublimación:
✔️ Epson EcoTank ET-15000
✔️ Epson SureColor F170
✔️ Sawgrass SG500
✔️ Epson L3250 (convertida con tinta de sublimación)
Si la impresora tiene cartuchos sellados y no permite cambiar la tinta, NO funcionará para sublimación.
Si una impresora usa cartuchos pequeños, podría no ser buena opción para sublimación, ya que gastarás más tinta y tendrás que rellenarlos manualmente.
En cambio, las impresoras con tanques de tinta (EcoTank, InkTank, CISS) son más fáciles de convertir y más económicas a largo plazo.
Si ya compraste una impresora y quieres saber si puedes usarla para sublimación, sigue estos pasos:
✅ Verifica si existen tintas de sublimación compatibles con tu modelo. Puedes buscar en Google "tinta de sublimación para [modelo de impresora]".
✅ Si ya usaste tinta normal en la impresora, podría no ser convertible. Una vez que una impresora usa tinta a base de agua, los restos de pigmentos pueden dañar el proceso de sublimación.
✅ Si tu impresora es láser, no servirá para sublimación. En este caso, la única opción es venderla y comprar una apta para sublimación.
🔴 Ojo: No todas las impresoras de inyección de tinta se pueden convertir a sublimación. Antes de intentarlo, investiga bien el modelo.
Si tu impresora es apta para sublimación, esto es lo que necesitarás:
✅ Tinta de sublimación (no sirve la tinta normal)
✅ Papel de sublimación (no sirve papel normal)
✅ Prensa térmica (para aplicar calor y fijar el diseño)
✅ Productos con recubrimiento de poliéster (como tazas, camisetas de poliéster, placas de aluminio, etc.)
💡 Tip: Usa perfiles de color ICC para mejorar la fidelidad de los colores en la impresión.
Laura aprendió por las malas que no todas las impresoras sirven para sublimación. Perdió dinero y tiempo, pero al final corrigió su error comprando una Epson EcoTank y usando tinta de sublimación adecuada.
Ahora, su negocio de sublimación está creciendo, y tú también puedes evitar caer en la misma trampa.
🔥 Antes de comprar una impresora, verifica que sea compatible con sublimación. Una mala elección puede hacer que pierdas dinero y te frustres antes de empezar.